Es conocido como un fruto de origen tropical. Sin embargo, muy pocos conocen sus propiedades nutricionales  y sus múltiples beneficios en la belleza, los cuales son los favoritos de las casas cosméticas.

El coco pertenece a la familia de las Palmáceas, específicamente del cocotero, la más conocida alrededor del mundo. De esta palmera no sólo se aprovecha la pulpa blanca, sino que además en Europa y Asia se comercializa con su agua, rica en componentes nutricionales, y deliciosa en sabor.

Algunos historiadores señalan que este fruto es propio de lugares de clima tropical cercanos al Océano Pacífico, por esta razón en zonas de Centro América su presencia es recurrente.

Nutre tus huesos

Fibra, potasio, cobre, zinc, hierro, ácido fólico y fósforo  son tan sólo algunas propiedades de este fruto, pues también es rico en vitaminas E y B. Además, es recomendado por sus propiedades energéticas, ya que contiene minerales y azúcares.

Su rico jugo no contiene grasas, tiene pocas calorías pero contiene grandes cantidades de Calcio, lo que la hace muy efectiva para el fortalecimiento óseo.

Según la nutricionista Patricia Barrera, a medida que el coco madura sus componentes nutricionales varían.  “Uno de sus componentes más particulares es su grasa, rica en ácidos saturados de alto valor calórico”.

Una de sus propiedades es que participa en la mineralización de los huesos, haciéndolos más fuertes y evitando posibles fracturas.  También es un fruto rico en fibras, por esa razón es recomendado para mejorar el flujo intestinal y disminuir el riesgo de adquirir ciertas enfermedades, pues ayuda al buen desempeño del intestino, nervios y músculos, fortalece huesos y dientes, mejora la inmunidad y tiene propiedades laxantes.

El potasio contribuye a transmitir impulsos nerviosos importantes para la actividad muscular, además tiene propiedades antioxidantes necesarias para el buen funcionamiento del organismo.  La experta explica que la ingesta de coco puede ser frecuente para cualquier persona  pero sin llegar a exageraciones, pues puede elevar los niveles de colesterol.

La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en la sangre y al buen control de la glicemia (niveles de azúcar en la sangre) en la persona que tiene diabetes.

Su alto contenido nutricional también lo hace un consentido en la industria cosmética.  Sus grasas demostraron en varios estudios que logran equilibrar el PH de la piel, ya que contiene ácido láurico, ideal para brindarle lozanía y juventud al rostro.

Además actúa como una capa protectora que ayuda a retener la humedad de la piel, y es ideal en la recuperación de pieles con dermatitis y eczemas. Precisamente por su capacidad hidratante, es bastante utilizado en cremas corporales y de manos, ungüentos para labios y lociones bronceadoras.

Pero no son sólo cremas,  puesto que jabones, bálsamos y tratamientos son elaborados con base en el aceite de coco gracias a que le da al cabello brillo, fuerza y ayuda a combatir la incómoda caspa.

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