Esta semana se está llevando a cabo en París la Semana de la Alta Costura, donde las firmas de moda francesa deslumbran con grandes propuestas de diseño artesanal y único. Así fue lo visto en el desfile de Atelier Versace, con creaciones impecables con una clara inspiración en los años 60’s y 70’s.
Despojados de detalle, vestidos de gasa de seda transparentes fluyen del cuerpo forrado en terciopelo, con el uso de tejidos libres de flotar como si se tratara de aire puro.
Capas de gasa ligeras traen suavidad a la adaptación, especialmente con la caída de las mangas de campana. La adaptación está marcada por grapas metálicas que definen la silueta. De los cortes de capas de gasa se recrean flores que decoran vestidos de gasa en tonos gris perla, palo de rosa, verde menta y lila.
Bandas de gasa de seda desentrañan todo el cuerpo, adornado con cristales de Swarovski y cota de malla, aferrándose al cuerpo antes de caer al suelo con ligera suavidad. La transparencia es fundamental en toda la colección de Atelier Versace, tanto en la suavidad del vestido largo que forra el cuerpo con terciopelo y flores de cristal bordado, como la actitud elegante de un encaje.
Una explosión de volumen proviene de los vestidos de la blusa de cristal con faldas de gasa y tul triturado sobre una base pura. Los tacones altos de las plataformas se llevan con cada mirada, botas o sandalias que proporcionan un contraste templado a la suavidad alrededor de cada look.
«Atelier Versace, con el drama etéreo de deconstrucción y bordes crudos suntuosos. Esta es la pasión de una mujer, impresionada y elevada», concluyó al respecto la directora creativa de la firma, Donatella Versace.
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